Después de viajar a Brasil logré crear una colección de fotos de las playas más bellas del país. Brasil tiene, sin duda, las mejores playas del mundo, para todos los…
Last Updated on octubre 9, 2023
En Quito, recibí la primera experiencia de la subida en alta montaña. Antes no estuve más alto de 1,500 metros de altura. Pero viviendo en Quito y sus alrededores, subí a la altura de 6,100 metros. En realidad, la capital de Ecuador se encuentra a la altura alrededor de 3000. Por eso para subir más adelante no necesitas tanta energía y fuerza. En sólo 5-7 horas de serpentinas subirás desde la costa ecuatoriana al centro del país. La aclimatación toma 3-10 días, es de forma individual. Primero, un par de días vas a tener un poco de vértigo, sobre todo al subir escaleras o al caminar rápido. Si no hay efectos secundarios, la sensación de altura pronto se va. La gente que vive en los pueblos montañosos está acostumbrada, pero no es aconsejado para las personas con enfermedades cardiovasculares y enfermedades del corazón.
Senderismo en las montañas es difícil, aunque al principio parece que no es tan difícil. En efecto, basta entrenar las piernas y el sistema respiratorio. Sin embargo, cuanto mayor sea la montaña, menos control tine uno sobre su cuerpo. Parece que el cuerpo le está traicionando -no quiere escuchar y tampoco quiere trabajar. La mente piensa ir un poco más – la cumbre se ve muy cerca. Pero, aún 10 metros son muy duros, sobre todo al final.
Primero estuve a las montañas menores – los picos locales Rucu Pichincha y Guagua Pichincha. Para superar estos picos no se necesita equipo, sólo zapatos cómodos, agua, alimentos, protección solar y cosas personales. El sol en las montañas de Ecuador quema sin piedad. En 30 minutos uno se convierte en un camarón. Los locales dicen que la parte superior de las montañas del Ecuador – Chimborazo – está más cerca del Sol que la cima del Monte Everest. Ellos lo explican por la ubicación del país en el ecuador, que está más cerca al sol. Por lo tanto, la altura máxima de 6267m está suficiente para superar la altura del Himalaya.
Estuve sola cuando subí por la primera vez al Rucu Pichincha. La montaña se encuentra casi en el centro de la ciudad y está accesible a los turistas. Hay un ascensor que puede llevar al inicio. Pero este viaje, lo hice solita también. Pasó en diferentes días: o sea, en un día, llegué al Refugio (la base donde se puede relajar y ganar fuerza para llegar a la cumbre principal) y bajé en el teleférico, y en otra ocasión subí con el teleférico hasta la parte superior de la base y seguí adelante caminando. El camino no está difícil y abrupto pero a veces resbaloso y eso da miedo.
La vegetación es baja, arbustos secos y hierba seca. Más cerca a la parte superior sólo piedras y arena. El viento se hace más fuerte, y el aire es más fresco. La ciudad está cubierta con la niebla en la parte inferior, y aparece el sentimiento aún más fuerte de la soledad. A veces, las plumas de niebla divergen – y hay un sol feliz. En la montaña es especialmente alegre.
Este pico está un poco más alto y difícil. Subí con mi amigo, un guía. Tuvimos que llegar al pueblo de Lloa cerca de la ciudad de Quito. De ahí comienza un largo camino sinuoso hacia arriba. La ruta no está difícil pero un poco aburrida. Es mejor coger un carro y manejarlo, ya que en esta parte del camino todavía hay muchos carros de los guardaparques. La carretera se convierte poco a poco en un camino pedregoso, y luego hay grandes trozos de rocas y barrancos que hay que superar. Llegar a la cima es siempre agradable aún si no está tan dificíl.
Subimos en el grupo de 5 personas y 2 guías. Tampoco se requiere el equipo aunque, por ejemplo, los Illinizas del Sur requieren un equipo especial y un buen montón de experiencia. Tuvimos que subir desde el pueblo de Machachi y luego seguimos bastante rápido con el fuerte calor del sol. El camino es largo pero no parece tan difícil. El sol se va poco a poco, y en las grietas entre las piedras aparece la nieve muy blanca.
En el Refugio se siente falta de aire. Es difícil de entender como el guardia puede vivir aquí con la cantidad limitada del oxígeno algunos días o meses. Más subes – hay más niebla y la humedad entra dentro de la chaqueta. A veces empiezan las caídas de piedras por eso todos los viajeros ponen cascos.
Al llegar a la cumbre se puede ver el Quito distante y respirar profundo el aire húmedo sin oxígeno. Cuando la subida está acabada aparece el sentimiento feliz de la victória y prostración.
La bajada normalemente es rápida. A veces hay que tener cuidado para no caer en las piedritas dispersas en la pendiente.