En la Isla de Pascua se puede encontrar alrededor de 160 estatuas de piedra (en el idioma local rapanui llamados moai). Sin embargo, sólo son aquellos que fueron traídos a…
Last Updated on enero 14, 2024
Сualquier parte del mundo puede ser un paraíso – todo depende del ánimo de uno. Sin embargo, algunos de los más bellos y majestuosos de esos lugares producen más efecto. Para mí la naturaleza rica y selvaje es donde me siento felíz. De lo que he visto y visitado hay un lugar que me he gustado más de todos (se encuentra en el país de los 5 países a donde hay que volver) – se llama el archipélago Fernando de Noroña situado en el estado de Pernambuco, al nordeste de Brasíl.
Hay varias maneras de conquistar etsa isla mágica:
Fernando de Noronha tiene un verdadero clima tropical húmedo! A menudo llueve aquí de enero a agosto. La temporada de lluvias a veces puede cambiar, pero por lo general, estos son los meses. Por el contrario, de agosto a enero, la temporada es seca, sin lluvias.
La vegetación de la isla está dominada por pastos, uvas silvestres, arbustos y bosques atlánticos. De los animales, hay principalmente tortugas marinas, delfines cerca de la costa y aves marinas. En general, la fauna corresponde a una isla remota. En las islas se pueden encontrar dos especies de aves endémicas: Elaenia ridleyana y Vireo gracilirostris. Además, el lagarto endémico Trachylepis atlantica vive aquí. En los últimos años, las garcetas se han convertido en residentes de la isla y están reduciendo el número de estos lagartos.
Este archipiélago perdido en el Océano Atlántico en este momento es una reserva natural. Por eso hay que pagar cada día de estancia (es decir, no sólo el hotel sino la presencia de uno en la isla) – cuesta 37 reales por día (aproximadamente 11 $ ). Una semana en la isla vale 70 $. Este impuesto se calcula debido al hecho de que la isla se ha mantenido en su forma original, la naturaleza no se daña y se encuentra bajo la vigilancia constante. En la isla se realizan los experimentos y los estudios de flora y fauna. El dinero se gasta en la conservación de la isla.
Fernando de Noroña es el único lugar en mi viaje donde no podía encontrar couchsurfing. No hay mucha gente que vive allí y está prohibido compartir casas. Por supuesto, si tienes un amigo o un conocido listo para hospedarte – no hay problema. Lo principal es no pensar en esto. En el aeropuerto siempre puedes pregunte donde se hospeda. Ya encontré un hostal “barato” por 40 $. Todos los demás precios eran 70 $ por noche y más arriba. Hasta 100 $ es el promedio para una estancia confortable.
Resultó que ni siquiera era un hostal sino la casa de un pescador – una pequeña cabaña donde hay habitaciones vacías con camas. Yo tenía una habitación privada, donde no había nada más, solo paredes y una cama. En la siguiente habitación más tarde entraron dos chicos. El pescador vivía en su pequeña habitación. La casa era buena, había una mesa, e incluso una televisión en el pasillo y una pequeña cocina donde las iguanas se arrastraban en el plato. Pero esto es una cosa común en la isla.
El primer día el pescador me llevó familiarizarme con la isla, y fue un paseo muy agradable. Este hombre no se preocupaba del dinero. El pago del ariendo ha sido controlado por otra persona que venía a anunciar las excursiones. Lo más importante para el pescador era pasar más tiempo con los clientes, hablar, llevarlos a pescar, mostrar la isla. Él es muy sociable.
En la isla hay poca señal de Internet. A veces se puede coger el señal en la recepción del hotel. Pero la mayor parte de la isla está sin señal. Es el mejor lugar para los que quieren perderse sin información ni comunicarse con nadie.
Hay un bús que circula por la isla y recorre la ciudad y las principales playas en 30 minutos en una dirección. Luego se va de vuelta. Una gran parte de la isla es la zona deshabitada a donde se puede ir solo con la guía. Este recorrido se hace a pie y tarda 8 horas en total mientras uno puede hacer dos tercios de la isla. De hecho se puede caminar a lo largo de la costa pasando de una playa a playa, a excepción de unos pocos lugares donde uno tiene que esperar a que la marea baja – con la marea alta no va a pasar, la playa se sumerge en agua.
Si empezamos desde el puerto (donde se inicia la ruta del bús – desde la Praia do Porto hasta la Praia do Sueste), la primera playa se llama:
Aquí se puede ir a nadar en el barco pero todavía hay una gran cantidad de peces y cangrejos. Se puede hacer el buceo.
Hay varias playas siguiendo por la costa de arena blanca. Yo vivía no muy lejos de ellas. Antes de ir hacia abajo, se puede ver las ruinas de los militares e incluso pistolas (aquí hace mucho tiempo se encontraba la base militar). Si vas en autobús, puedes permanecer en la tercera salir después del puerto y caminar a lo largo de la ruta entre las casas de la playa.
Se trata de estas playas de la comunidad que fluyen de una a la otra. La ruta se empieza con la playa do Boldró preferida por todos los turistas: aquí hay un buen café y se puede descansar en hamacas. Se baja en la cuarta parada del autobús después del puerto.
Una pequeña playa privada, es posible entrar allí desde la Praia Cacimba do Padre por la orilla entre las piedras. Hay constantemente una gran cantidad de buceadores porque hay un montón de piedras y peces pequeños y grandes. Por la playa pedregosa se arrastra miles de lagartillas. Pasean por las bolsas, la ropa, las cabezas 🙂
Se cree que esta es la playa más hermosa de Brasíl. Sí, está muy linda. Sin embargo, para mi gusto no está salvaje y solitaria. Es demasiado perfecta. Para entrar allí, es necesario bajar en la parada del autobús, justo antes del aeropuerto (después de que el autobús hace una curva). Para el ingreso uno necesita pagar 55 $. Esto se debe hacer en el centro de la ciudad, sólo hay que preguntar donde hay el proyecto IBAMA (se hace para la protección de la naturaleza de Brasíl, se cobre dinero por visitar las playas de Baia do Sancho y Atalaia).
Playa cerrada en la costa noreste de la isla. Se puede llegar con un guía, pre-pagar por una visita al IBAMA y esperar su turno (pueden ingresar 100 personas diário). Es importante tomar un giro con antelación.
Una pequeña playa cerca de la última parada de autobús. Según yo, que no tenía nada especial.
Playa salvaje y solitaria, así como me gusta a mí. Antes de entrar allí hay que hacer un camino a través de la selva desde la Paia do Sueste. La entrada está abierta de 9 a 18. Si se sigue por la costa de la playa, se puede entrar a una parte deshabitada de la isla y tomar fotos del océano loco.
