Chile es un país asombroso en Sudamérica, conocido por su diversa belleza natural. Desde el sur hasta el norte, Chile abarca diversos paisajes, incluyendo el Desierto de Atacama, los picos montañosos de los Andes y los fértiles valles de la Región Central. La capital, Santiago, es el centro cultural y económico del país, con un rico patrimonio histórico y una perspectiva moderna.

Chile también es conocido por su producción de vino, elaborando vinos de alta calidad que gozan de popularidad a nivel mundial. Además de su naturaleza y vinos, el país es rico en tradiciones culturales y en la hospitalidad de su gente, lo que lo convierte en un destino atractivo para los viajeros.

Chile a menudo se considera una pequeña Europa en América Latina. Aquí, hay un nivel de vida muy alto y, consecuentemente, precios elevados. Es el país más largo del mundo, abarcando más de 6,000 km.

En Chile, se puede observar un fuerte contraste entre el norte seco, menos desarrollado, que se ve muy similar a Perú, y el sur fresco (Patagonia Chilena y la Antártida). En el sur, el nivel de vida es mucho mayor (la misma tendencia se observa en Argentina donde el sur es más próspero y caro del norte). Esto explica el desarrollo del turismo de la Patagonia donde hay flora y fauna muy rica.

Para llegar al sur de Chile, tenemos que viajar por avión o volver a Argentina. Todavía no está construída la única carretera desde el norte hasta el extremo sur de Chile. Es casi imposible hacer porque la costa está encajada en todas las direcciones. Algunas aldeas están situadas en los rincones de la tierra chilena y no hay otra manera de llegar allí, sólo por el agua. Así permanecen para siempre aisladas. Hay 30 o 50 personas que viven allí y a veces viajan en ferry. Esa gente vive casi sin contacto con otros chilenos. Es increíble.